Rosa, es un placer que comentes, no dudes en hacerlo cada vez que se te antoje. Las miradas deben perseguir el paisaje inquietante. El intropaisaje. Se trata de que el bosque no oculte los árboles.
El contraste entre este capitel y el fondo no es el único, pero me gustaban esos hombres caídos, rechazando la magnificencia y el poder. ¿O acaso fue éste el que les derribó? Ah, si los artistas nos contaran de sus intenciones...
Me agarro a esta piedra como me agarro a la vida...Con uñas y dientes, temiendo el rechazo que precipite mi caída hacia el abismo del olvido...
ResponderEliminarUna fotografía inquietante al igual que su título.
Espero perdones mi atrevimiento por dejar estas cuatro palabras que me ha sugerido la imagen.
Saludos desde el aire
Muy obvio, tanto como oportuno el clic de tu cámara.
ResponderEliminarsaludos fraternos
Rosa, es un placer que comentes, no dudes en hacerlo cada vez que se te antoje. Las miradas deben perseguir el paisaje inquietante. El intropaisaje. Se trata de que el bosque no oculte los árboles.
ResponderEliminarDesde el aire.
Omar. No creas que era tan obvio para los visitantes. La mayoría pasaban de largo y cada capitel es un lujo de imaginería en piedra.
ResponderEliminarSaludos.
Me gusta el contraste. Beso.
ResponderEliminarEl contraste entre este capitel y el fondo no es el único, pero me gustaban esos hombres caídos, rechazando la magnificencia y el poder. ¿O acaso fue éste el que les derribó? Ah, si los artistas nos contaran de sus intenciones...
ResponderEliminarBien, Emejota, por estar al loro.