lunes, 29 de agosto de 2011

La peonza







sábado, 27 de agosto de 2011

Horror vacui


Piedra sobre piedra sobre piedra sobre piedra...¿Para eso hicieron la obra los romanos, para que quedara convertida la puerta en una clausura durísima? ¿Para eso crearon el vano, para que fuera cegada hasta para el viento? ¿Para eso tallaron la piedra de la muralla, de los arcos y del dintel, para que llegaran los bárbaros y la eclipsaran? ¿Qué pretendían detener los que la tapiaron: el avance de unos invasores, el curso de las ideas, la visión del campo...? Sólo se me ocurren preguntas. Hay una densidad tal en el muro que uno, que ama tanto la piedra, llegaría a odiarla. El horror -o temor, o pánico- al vacío se convierte a su vez en atrocidad. Ay si la Legio VI Victrix se entera de lo que han apañado con su obra...


jueves, 25 de agosto de 2011

La espera de Fama


Fama empuña su trompeta para que todos los humanos seamos convocados a la buena nueva. Con la otra mano sostiene el premio. ¿Qué es un premio? Un reconocimiento. Pero como todos los reconocimientos, está en función del que lo propone y de las intenciones. Me gusta la pose que mantiene Fama porque es la proclamación del instante: llama a que los hombres sean merecedores pero sostiene la corona de laurel a la espera del elegido. No actúa con prisa ni pronuncia palabra vacua. Porque no todos los elegidos por los hombres son precisamente dignos del galardón. De hecho, diríase que no lo son muchos de los que se nombran para el premio, mientras otros que sí deberían ser objeto de reconocimiento y emulación permanecen postergados. Pero Fama no es una mera portadora de parabienes. Es ante todo, la Voz Pública. Y en este sentido, el reconocmiento de que pueda hacer gala se refuerza. Sin el consenso, el conocimiento y la aceptación por parte de los ciudadanos nada de lo que hagan algunos próceres, gobernantes o acólitos tiene una legimitidad clara. Fama no entiende de falsedades ni de espectáculos. Se actúa en su nombre, pero ella se resiste. Convoca pero no se presta a la ceremonia de la confusión.



miércoles, 24 de agosto de 2011

Una espina clavada




El Barroco es exhibicionista. Se complace y exhibe el dolor. Convierte al dolor en espectáculo y lo impone a las masas, a toda la sociedad. Una manera de hacer homogéneo el pensamiento colectivo. Una larga mano a través de la cual el placer del cuerpo o la satisfacción del discurso abierto o la inteligencia libre son arrojados a las tinieblas exteriores. O al menos no se pueden mostrar en público. Lo que se exhibe es lo severo, lo adusto, el pathos más retorcido e insano. Pero esa representación es también una máscara. Nada es auténtico. Se proyectan instintos de dominio y sumisión sobre los hombres. ¿Y qué mejor ejemplo y excusa para lograrlo que convertir la vida en un canto al dolor? Su aplicación no fue abstracta. Hubo culpables.



martes, 23 de agosto de 2011

Bóvedas de crucería






Exprimido








Estas fotografías no tienen interés alguno. Las pongo como solución al pasatiempo. Alguno se aproximó. Sigo pensando en la crucería. Gracias por soportarme.





lunes, 22 de agosto de 2011

Geriátrico





Las sillas de jardín envejecen como envejecen las posaderas. Imperceptiblemente. Nadie mira las sillas, nadie mira ya las posaderas y difícilmente la estructura que cada cual porta sobre ellas. Y de pronto, un día, no las identificamos, ni las unas ni las otras. Ahí, en el retiro, las sillas de tijera nos hablan de una época y de una circunstancia que apenas nadie distingue hoy día. Ni por su estética, ni por su diseño funcional, ni por su engañosa inestabilidad, ni por su memoria secreta. Frágiles, acurrucadas unas junto a otras, las sillas presumen de haber soportado con éxito la calidez o la frialdad de nalgas inverosímiles. Si no fuera por su pátina descolorida y por sus arrugas diríase que forman un parvulario. Acaso, persiguiendo esa intención obsesiva se agrupan y cuchichean. O hacen corros invocando los cálidos cuerpos que una vez reposaron sobre ellas. Qué habrá sido de menganita, o si vivirá fulanito, son algunas de las nostálgicas preguntas que se hacen por lo bajines. Como si ellas fueran a ser eternas.



domingo, 21 de agosto de 2011

Vida en el fondo






sábado, 20 de agosto de 2011

Sugerencias y aproximaciones












viernes, 19 de agosto de 2011

Coloquio




jueves, 18 de agosto de 2011

Trampantojo



¿Hay algo más triste y desolador que la austera y descolorida mudez de un balcón?




miércoles, 17 de agosto de 2011

Arrumacos






Los objetos tienen su vida sentimental oculta. No suelen manifestar con frecuencia en público sus atracciones y delicadezas. Pero si se les observa paciente y discretamente cuando se quedan solos, se revelan verdaderos émulos de los humanos. Se esfuerzan por representar los gestos que estos exhiben en sus aproximaciones y cortejos. El alma de los objetos es una proyección de quienes los usan. Pero no en toda circunstancia y espacio. Representan ese ejército variado y extenso al servicio de los hombres. Pero cuando pululan en los fregaderos o en los cajones o por los vasares resplandece su otra cara y dan rienda suelta a sus locuras. Como en este caso, pillados in fraganti.





martes, 16 de agosto de 2011

¿Salida?


Debe haber salida al final. La frase o el axioma se cumple. Aparentemente. La luz deslumbra y el alma se alegra. Pero, ¿y si tras este túnel hay otro túnel y después otro y así hasta ni se sabe? Un túnel, como un pozo, como un laberinto, como una nebulosa, como una gymkana...son parte de ese conjunto de elementos que parecen clasificar la existencia por el lado difícil y sufrido. Símiles, metáforas, ejemplos que diariamente usamos para describir brevemente lo arduo, lo oneroso, lo insuperable, lo recurrente. Cada jornada es un regateo de luces y sombras para los humanos. Jugando al escondite en el bosque anocheció...decía la canción infantil. ¿Será eso vivir?


lunes, 15 de agosto de 2011

La ostentación y la gloria











domingo, 14 de agosto de 2011

Las demediadas







sábado, 13 de agosto de 2011

Testas rebajadas




jueves, 11 de agosto de 2011

Curso de geometría


¿Son los caminos de la geometría los que se ofrendan en sacrificio a los dioses? Los dioses son voraces y en su crepitar sobre el caos piden a los humanos simplificación. Los humanos son más sabios que los dioses, por la sencilla razón de que observan. Quien observa también indaga, disecciona, saca conclusiones y crea. Los dioses, a diferencia de los de abajo, sólo contemplan. La mera contemplación no permite comprobación alguna. Están secos. VIven de las rentas del mito. No se ve el mundo de la misma manera desde una posición o desde la otra. Ni siquiera cuando los humanos ofrendaban sus esfuerzos a los enviados de los dioses dejaban de saber dónde residía la verdadera creación. Así, cuando uno entra en un templo trentino no percibe ni siquiera el mito. Éste es un eco muy lejano, aunque los propietarios del recinto tengan registrada su propiedad. Lo que te hace abrir de par en par el ojo y agradar el alma es la inmensa coexistencia de los principios geométricos. Los dioses nunca entendieron de geometría. Siguen sin aprenderla.



martes, 9 de agosto de 2011

Rechazo




domingo, 7 de agosto de 2011

Racial

viernes, 5 de agosto de 2011

Didáctica



A veces las sombras escriben en las paredes. También cambian las señalizaciones. También alteran el trazado de las calles. He llegado a ver sombras extendiendo un manto negro sobre fachadas de edificios que, al día siguiente, tenían otro rostro. Cuando les viene en gana las sombras modifican el curso de los canales y de los ríos. Una mano puede convocar muchas manos. No pensar que se atropellan unas a otras. Saben lo que tienen que hacer, ignoro de dónde sacan una extraña orientación y un sentido didáctico. Hay sombras de manos urbanas, también sombras de manos campestres. Muchos páramos han visto en un plisplas convertidas sus elevaciones en hondonadas. Muchos valles modestos han sido elevados a la nueva condición de macizos de montaña. Las sombras de las manos son largas y antiguas. Los humanos no suelen mirar a su entorno al despertarse. Si lo hicieran se sorprenderían de la multitud de elementos físicos que están en otra posición y con otra disposición. A mí me gustan sobre todo las sombras de manos que escriben textos mientras dormimos. A veces, estos resultan efímeros y creemos que han sido sueños. Otras veces se quedan en nuestra piel. Pero tampoco miramos nuestra piel. Donde hay tanto que queda escrito...

lunes, 1 de agosto de 2011

Espejos líquidos





Ignoro por qué me fascinan tanto los viejos molinos. Otros les llamaban fábricas de harinas. Las había por doquier hace siglo y pico. Las que han sobrevivido cumplen otro uso, pero al menos se ha salvado el edificio y el entorno. Me abstraigo ante ellos. ¿Será porque están a la orilla de un río y secuestraban parte de sus aguas para activar las maquinarias? ¿Será porque se producía una simbiosis con la corriente? ¿Será porque su subterráneos engendran misterio? Aun gustándome todo ello, creo que es esa imagen especular lo que me atrae. Admirar cómo la quietud del agua esboza la arquitectura y la termina. Cómo convierte en naipe su fisonomía. Cómo activa los colores y multiplica sus efectos. No me cabe duda. Es la irrealidad que se crea allá abajo lo que hipnotiza mi mirada, difícil de apartar.