domingo, 30 de diciembre de 2012

Gao Xingjian estaba allí




Le escucho decir por alguna parte: Siempre se busca la libertad; se puede llegar lejos buscándola. Y me quiero quedar con esa parte, porque la otra, la continuación, donde especifica los límites para lograrla o mantenerla, no es halagüeña, aunque sí realista.Quiero quedarme con la faceta de exploradores de la libertad que tenemos los hombres. No sé si los escritores, los pintores o en general los artistas profundizan y buscan más la libertad que cualquier humano humilde. No lo sé. Yo encontré una vez los límites de Gao Xingjian en una pared   -por mor de Robert Wilson-   próximo a un vértice, en ese ángulo recto que potencia dimensiones y a su vez las limita.



sábado, 29 de diciembre de 2012

Paradojas





sábado, 15 de diciembre de 2012

Amniótica



Existen los seres amnióticos. Individuos que jamás abandonaron aquel espacio que les nutrió de forma primigenia. Personajes que se siguen desplazando en otro estado líquido y gaseoso, donde el mundo exterior se refleja pero no penetra. Habitantes perpetuos del movimiento donde solo la danza es expresión pero también nutriente. Agitadas y tempestuosas criaturas que no conocen lo efímero, que no sucumben a la moda pasajera, que no ceden ante los rituales sofisticados del día a día. Un extraño culto mantiene unidos a esos entes. Una lejana manifestación les hace permanecer en un tiempo no superado. Un ritmo que se renueva  nos habla del vínculo con la materia de la que fueron hechos. 







sábado, 8 de diciembre de 2012

Chihuahua



Patética balconada. Desamparada de todos. Abandonada a su suerte. Despojada de brazos, vaciada de risas, hurtada de acontecimientos, burlada de fechas. La belleza de los cuerpos que se habían apoyado en ella fue abducida por una improvisada luz boreal. No quedaron testigos que avalaran si se hizo presente de nuevo un carro de fuego o si la espada del ángel decidió que nadie se salvara. ¿Hubo gritos? ¿Corrieron los habitantes de la casa? ¿Atendieron la señal cuando era demasiado tarde? ¿Se protegieron unos a otros? ¿Resistieron a los vencedores? Las crónicas no cuentan. Nadie quedó para hacer el relato. Los ocupantes son desde entonces la incuria y el viento. 



domingo, 2 de diciembre de 2012

Esa es la cuestión




Una vez pasó por mi ciudad. Como aparentemente no vendía nada, nadie le hacía mucho caso. La gente le miraba con cierta expectación, eso sí, porque su volumen invadía la calle. Los transeúntes se preguntaban qué hacía aquel señor allí, exponiendo su desnudez. ¿Es la desnudez de los músculos?, preguntó uno. ¿Es la desnudez del pudor?, sugirió otro. ¿Es un desesperado?, arriesgó otro más. ¿Es la desnudez del vacío estético?, dijo categórico un listillo. Hasta que un hombre insignificante que acertaba a pasar por allí, sin mayor aprecio sentenció: Es la desnudez del pensamiento.

Mal llamado El Pensador. Yo le cambiaría el nombre por la calificación emitida por aquel hombrecillo. Hoy, en nuestro tiempo, en nuestro país, en nuestro planeta...esa es la cuestión.