lunes, 6 de febrero de 2012

Parón histórico


Las ciudades no pueden evitar que las nubes se ciernen plomizas sobre ellas. Pero hay algo en el oscurecimiento del cielo que conduce a la ciudad antigua a la parálisis. Es como si el viejo caserío se hubiera detenido y no creciera. Como si permaneciese convertido en estampa rígida. Uno ve el balcón solitario, advierte la farola de otro tiempo, apagada aún, e intuye a duras penas la sombría nobleza de un edificio histórico al fondo, que se encoge como si ya no lo habitara nadie. Diríase que todo está a punto de un oficio de tinieblas. Algo del cual nuestro paisaje y paisanaje saben mucho.

10 comentarios:

  1. no obstante tus dichos, las ánimas buenas hacen saltos ornamentales repetitivamente y las ánimas malas se contentan con mirar desde las oscuras ventanas,
    todo se ve según lo que la imaginación crea en nuestro inconciente.
    salud!

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  2. Qué bueno, Omar. Entre ambas, hay almas neutras, las que ni fú ni fá, las que siempre están a caballo ganador...Y en provincias eso es patético, ja.

    El cristal con que se mire, claro.

    Salud siempre.

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  3. MAGNIFICO BLOG, LO VISITARE ASIDUAMENTE

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  4. Serás bien acogido. Muchas gracias por tu presencia, Dapazzi.

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  5. Muy interesante tu blog,Joachim, he disfrutado de tus escritos ampliamente.
    Saludos desde USA.

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  6. Quizás esa sensación de parálisis que tiene la ciudad sea debido a las nubes- esas nubes plomizas que parecen presagiar lluvia--
    Las nubes, en constante movimiento, van y vienen tapando la ciudad ahora, destapándola luego.
    La ciudad estática, esperando quizás ser rociada por el aire que la eleve...

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  7. Noris, me alegro. Y se agredece el estímulo.

    Saludos.

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  8. Mariola. Por supuesto que las nubes son decisivas. Pero los elementos que se me antojan de una ciudad austera y con cierto eco provinciano, detenida en el tiempo, también contribuyen a esa especie de parálisis (o sensación de tal)

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  9. magnífica galería de arte, fotos y textos impecables!

    un beso.

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  10. Phausca, sé bienvenida a este blog de miradas. Paséate cuanto gustes. Por aquí sigo.

    Namasté.

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