sábado, 18 de febrero de 2012

Hijas de la noche




No me cabe duda alguna de que las ciudades son hijas de la noche. Hayan intervenido íncubos o súcubos, los espacios han sido paridos a la luz de la luna llena. Los pobladores llegaron justo después y se las encontraron hechas. Sería de traidores maltratarlas. Y de mal nacidos abandonarlas.




14 comentarios:

  1. Preciosas fotografías. Has captado ese momento que en el oficio de disparar cámara se llama la hora azul, y efectivamente se consiguen unas imágenes mágicas.
    Y el texto que pusites a pie de paágina es absolutamente rotundo y muy cierto.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  2. Por la noche es cuando más se dejan sentir sí.

    ResponderEliminar
  3. El misterio de la noche hace que todo sea cierto y encantador.
    Hermosas imagenes. Un saludo cordial.

    ResponderEliminar
  4. M.Flores. Pues fue un descubrimiento casual. Pasaba por la zona en esa caída de la noche. Las luces eléctricas no desentonaban ni con el cielo ni con el entorno monumental. Ardió mi imaginación y simplemente
    quise dejar constancia para mi propio archivo. Hoy las saco a ventilar. Pocas palabras bastan ante la belleza de esas luces y ese cielo (y esa luna)Disfruté de la visión.

    ResponderEliminar
  5. Sonja, tienes razón. Pero hay que ser receptivos, estar atentos, dejarse conducir...

    ResponderEliminar
  6. Noris, la noche es un abanico. Se despliega y nos muestra en sus varillas dibujadas diversas partes que al expandirse configuran la armonía del conjunto. Piensa en los abanicos de los ukiyo-e japoneses, insuperados.

    Cordialmente.

    ResponderEliminar
  7. Y además son poéticas esa imágenes, bajo el poderoso influjo de la luna.
    Un paseo nocturno muy hermoso!

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  8. Poesía es que además de la mirada se te abra el pecho. Es decir, la emoción (y su lenguaje)

    Gracias, Montse por tu estímulo al comentar. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  9. Con su permiso.
    Hermosas fotografías, blogs precioso
    El texto que acompaña las fotos son muy buenos.
    Te seguiré.

    ResponderEliminar
  10. Bienvenida al blog, Franco. Me alegro que participes de la mirada que uno proyecta. Intento aprender a mirar y a interpretar significados.

    Miraré tus tareas.

    Saludos cordiales.

    ResponderEliminar
  11. Cierto. Cuidar de nuestro patrimonio.
    Hijas de la noche, como estas imágenes que nos muestras, preciosas.
    Un cielo todavía azul que le da más resplandor a la ciudad.
    Dejarse llevar...
    un abrazo.

    ResponderEliminar
  12. Mariola, lo cierto es que al patrimonio hay que cuidarlo con mimo. Demasiado abandonado ha estado parte del mismo. El mejor cuidado de un edificio histórico es que esté dotado de un uso. Éste siempre lo tuvo. A veces las restauraciones son discutibles y no siempre acertadas. El entorno, muy vivo, muy transitado, permite que la gente lo goce cotidianamente. Y luego esos misterios visuales de la noche...

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  13. Desde luego preciosas imágenes captadas por la cámara, te felicito
    Un abrazo
    Stella

    ResponderEliminar
  14. Stella. Se prestaba a ello el ámbito urbano, el anochecer y la luminosidad (natural y artificial) Y yo boquiabierto allí, como un tonto.

    Buena noche de luz interior.

    ResponderEliminar