Los jinetes han emergido de la arena. Nadie sabe de su lejana procedencia pero todos claman por atraérselos. Tienen un ademán vengador, pero dicen obrar en nombre de la justicia. Su aire fantasmagórico no es sino el color de la materia que les hace permanentemente. Cómplices del desierto, se deslizan majestuosos abriendo surcos con las pezuñas de sus cabalgaduras. Son un ejército infinito, porque infinita es su sed por erigirse en hombres reconocidos como tales. El desierto está convulso desde que ellos aparecieron. Nada será igual en aquellas tierras mientras los hijos del viento y del barro impugnen sus siglos de soledad para empezar de nuevo.
Une bien jolie pièce...
ResponderEliminarGros bisous
Oui, Martine, il est. Il est constitué d'argile, est africain, est vieux, peut-être trop schématique pour le goût occidental. Mais j'aime à la fois l'art africain ...les racines du ciel.
ResponderEliminarMerci et bisous.
Imponer venganza. Imponer justicia...Opino que difieren bastante. Un saludo
ResponderEliminarNoexisten: Por supuesto que difieren en el concepto, pero frecuentemente se alían. Cuántos (sobre todo en su aspecto de masa) claman justicia muchas veces cuando lo que realmente piden es venganza. ¿No lo habías observado?
ResponderEliminarSaludo.