jueves, 27 de octubre de 2011

Barco a la vista


Hay veces que una simple visión nos deja mudos. O mejor dicho, nos habla con la memoria de la niñez. Y un viejo son de Nicolás Guillén vuelve musical y nostálgico...



UN SON PARA NIÑOS ANTILLANOS

Por el Mar de las Antillas
anda un barco de papel:
anda y anda el barco barco,
sin timonel.

De La Habana a Portobelo,
de Jamaica a Trinidad,
anda y anda el barco barco,
sin capitán.

Una negra va en la popa,
va en la proa un español:
anda y anda el barco barco,
con ellos dos.

Pasan islas, islas, islas,
muchas islas, siempre más:
anda y anda el barco barco,
sin descansar.

Un cañón de chocolate
contra el barco disparó,
y un cañón de azúcar, zúcar,
le contestó.

¡Ay, mi barco marinero,
con su casco de papel!
¡Ay, mi barco negro y blanco
sin timonel!

Allá va la negra negra,
junto junto al español;
anda y anda el barco barco,
con ellos dos.






12 comentarios:

  1. Tengo un barco, barco, barco
    un barquito de papel
    con cañón de chocolate
    e imaginario timonel

    Claro que sí, que nos haces 'jugar'
    y esbozar una sonrisa casi cómplice

    saludos

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  2. Huy, que me han entrado ganas de jugar, ...¿me dejas? Primero a los barcos y luego, si te parece, a tula, o al rescate, o .... Beso.

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  3. Si mi voz muriera en tierra,
    llevadla al nivel del mar
    y nombradla capitana
    de un blanco bajel de guerra.
    ¡Oh mi voz condecorada
    con la insignia marinera:
    sobre el corazón un ancla
    y sobre el ancla una estrella
    y sobre la estrella el viento
    y sobre el viento la vela!

    Saludos navegables
    Fotos siempre sugerentes

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  4. Precioso el poema, lleno de musicalidad.
    Siempre la conjunción de un poema con una fotografía es fantástica, un arte complementado con otro arte,una visión que me ha llevado a navegar por mi infancia.
    un abrazo.

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  5. Omar, me la apunto. Esto es una verdadera transustanciación.

    Abrazos.

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  6. Al escondite, Emejota, mira que me han gustado muchos juegos, pero el escondite me hacía fantasear como pocos. Era muy hábil.

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  7. Azules, me suena la letra, pero no me viene el autor. Qué bonita.

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  8. Mariola, a veces me pregunto si este tipo de poesías-canciones pertenecen ya a otro tiempo o reverdecen. Supongo que habrá de todo. Pero claro, los objetos significados están en función de los sujetos significantes. Un abrazo.

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  9. Me encantan las dos fotografías, son perfectas para acompañar el poema de Nicolás Guillén, y no solamente por el barquito sin timonel, que por cierto, es una preciosidad aunque no sea de papel (no lo es… ¿no?) Me transmiten algo así como positividad, a pesar del aire nostálgico que le confieren los colores otoñales (después de leer un poco por encima el libro de Robert Burton ya no me atrevo a llamarlo melancólico…)
    Será la luz del sol reflejada tímidamente en el agua después de tantos días de lluvia, los cañones de chocolate, la memoria de la niñez, la música que pusieron al poema y que he recordado mientras lo leía… Será la entrada en conjunto. Pero sobre todo, ya te digo, me gustan las dos imágenes.

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  10. Ja,ja,ja. Viva la "pequeña" diferencia. Tu al escondite (esconderse, confundir, es una de las mejores características piscianas, ja,ja, muy imaginativo)= Ascendente Piscis. Lo mío, correr como una descosida (a pecho descubierto) = mi ascendente sagitario, el cimarrón. Beso.

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  11. No, Quelle, no es d epapel precisamente, sino de hierro, e suna escultura, ya se advierte algo. Robert Burton no se preocupaba tanto por los colores otoñales como por los colores de la historia, del comportamiento y conducta social y de los individuos...Sí, vas por camino correcto: con este post quería sustraer-os-nos todos a posibles melancolías de la estación. Y entrar por las veredas del juego...de la mano de Nicolás Guillén, podría haber sido de otro.

    Me alegro te gusten.

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  12. Pues si te parece, Emejota, no tendré más remedio que creerte en lo de los ascendentes. Y yo que me creí siempre un ascendente celeste, que no celestial...Otra manera de ser cimarrón, ja.

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