sábado, 2 de abril de 2011
Gotas de lluvia sobre nuestras cabezas
Las que más pueden calar. Unas gotas con muchos rostros. Signos de pictogramas, letras, alfabetos. Gotas de una lluvia que nació lentamente para que los hombres se entendieran. Más lentamente para hacerlos creativos. Más despacio todavía para hacerlos libres. No importa dónde estén fijadas hoy estas gotas de lluvia. Desde dónde surjan, desde dónde caigan. Siendo importante su imagen, siendo bellísima toda su multiplicidad estética y formal, lo más vital es cómo mojen estas gotas de lluvia el cerebro de los hombres, cómo fecunde su tierra, cómo humedezca su pensamiento. No os pongáis nunca a resguardo de la lluvia que os haga crecer.
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El final bonito y con mensaje, aunque hay veces que te dan dolor de cabeza.
ResponderEliminarSaludos
Naturalmente que dan dolor de cabeza, Jesús. Y otras veces envenenan. Depende.
ResponderEliminarGracias y te saludo.
Maravillosa la lluvia de palabras que has dejado caer hoy por aquí…
ResponderEliminarSalpicaban tantos las letras que prepararon este charco...
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