Fascinación por un pozo. Los círculos se superponen unos a otros hasta tocar fondo. Mejor dicho, agua. El milagro del aprovechamiento. El retorno a la naturaleza. El uso humano. Cuántas representaciones en torno a una simple boca. Una rueda: ¿se desplaza el universo humano en su historia en base al agua? Un radial solar: ¿gira el planeta agradecidamente por mor del astro incadescente? Un fondo de ojo: ¿es el pozo esa gran retina que engulle toda la luz? Un alma: ¿se percibe a sí mismo el ser humano como caída o como elevación? Un viaje: ¿hace sentir a los hombres que a través de un pozo se llega a las antípodas? Un vínculo: ¿es algo más que un agujero, es la tierra que se abre para no perdernos? Lo mires como lo mires, la atracción seduce. La mirada se torna cautiva.
Uno a veces tiene sus limitaciones. Reconozco los buenos usos del pozo,pero en este caso el pozo me da vértigo. Lo veo como ese fondo de ojo que dices, engullendo toda la luz.
ResponderEliminarNo me acerco.
un abrazo.
A mi los pozos me dan miedo. Pero siempre me asomo.
ResponderEliminarSimples e belo.
ResponderEliminarBeijos!
Mariola, la peligrosa atracción del pozo...
ResponderEliminarFrancesca, morbo por lo que haya en el fondo...Yo no puedo evitar asomarme. En mi niñez había pozos en casi todas las casas. Crecí con ellos.
ResponderEliminarObrigado, Janice. Pasa cuando gustes.
ResponderEliminarInquietante, y están por todas partes, ombligos.
ResponderEliminarSí, Sonja, me gusta el calificativo. Siempe me parecieron inquietantes los pozos. Verdaderos ombligos con la materia de la que emergimos.
ResponderEliminarJoachim, es que tiene gracia porque hace poco pensaba en esto, mira por ejemplo esta imagen de Rauzier.
ResponderEliminarEs fabulosa y fascinante, como de estar en el paraiso, y sin embargo hay ese agujerito arriba que es como una nota chirriante, un desasosiego.
O sea, que no hay final, que ese mundo da a otro y a otro, y a otro más...
Sonja. Si es el Ayuntamiento de Versalles la verdad es que es impresionante. El agujerito ese del techo que parece una lámpara a mí me recuerda una cámara de bola de las que se usan ahora para controlar.Si es eso, el desasosiego crece y chirría, indudablemente.
ResponderEliminar1984 habita entre nosotros. Hay otros mundos que nos vigilan, desde luego.
¿Van por ahí los tiros? GRacias.
Pues no, en realidad no van por ahí, más bien me refiero a la búsqueda de aquello que no tiene ombligo, es decir padres, es decir algo más absoluto, algo sin fisuras.
ResponderEliminarSabía que me equivocaba, Sonja. Pero el tema es amplio e intrincado. El cordón umbilical no es algo meramente físico, es simbólico también y nos puede retrotraer al pasado infinito. Pero detrás está el Universo, ¿te parece poco? Me siento chiquito al lado de esa inmensidad desconocida de la que formamos parte por procesos aún escasamente conocidos.
ResponderEliminarTe paso un enlace:
http://www.youtube.com/watch?v=Fs_MwYZHm7g&feature=player_embedded#!
uN ABRAZO.