lunes, 16 de enero de 2012

Purgantes




Parece bastante evidente el ámbito en el que estas almas purgan. Sí, creo que he dado con el verbo adecuado. Están en un tris tras de si su condena va a ser o no duradera. Pero su pía actitud, la mirada que busca la benevolencia por encima de sus cabezas, la humildad de su lenguaje gestual y esa manifestación de grey mansa revela que su estado es temporal. Que acaso sus comportamientos fueron horrendos, pero que el arrepentimiento -no se sabe ante qué instancia- y el perdón solicitado -tampoco queda claro si a otras almas a las que perjudicaron en vida- es la rúbrica necesaria para su salvación definitiva. Bendito mito que desaloja la conciencia de maldad y lo aísla alegremente del mal efectuado. Pero lo que más me interesa es ese espíritu de grey. Tal vez en vida no se conocieron. Pero ante esta penuria post mortem son capaces de reagruparse e incluso nombrar un caudillo que les guíe hacia su paz. De tal manera está escenificado el relieve escultórico que, si no fuera por esas llamas que arden pero no les consumen en la desesperación, solo en la angustia, podría tratarse de cualquier otro encuentro o ceremonia mundana. La vida eterna de ciertos mitos no sabe inventar nada que no sea a imagen y semejanza de la buena vida.




2 comentarios:

  1. Sorprende esa expresión de tranquilidad, a pesar de su pía actitud, cuando están siendo devorados por las llamas. Poco realista lo veo yo, sería más lógico que estuvieran emitiendo alaridos de dolor y desesperación. Es curioso también que los artistas pusieran prácticamente las mismas expresiones a los que están purgando sus penas y a los que están disfrutando de los beneficios del otro lado, que aparecen igual de tristes, lo que lleva a pensar que se deben aburrir mucho allí. Como dices tú, si no fuera por las llamas, bien podría parecer que están dando las gracias por haber alcanzado, no sé, la salvación o algo así.
    Y sobre el espíritu de grey… todos agrupados, pero cada uno pensando en cómo salvarse a sí mismo, aunque en un momento dado tenga que pasar por encima del que tiene al lado. A veces suele ocurrir.

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  2. Quelle, es que si lo interpretamos como las ánimas del Purgatorio (lo más posible, porque es la fachada de una iglesia) tiene su lógica. Si no recuerdo mal en la mitología cristiana las almas purgantes acaban salvándose; de ahí la actitud variada que comento. Todo en función de los criterios que los humanos creyentes (y sus superiores en la Fe) requieren de aquellos que pueden salvarse: reconocimiento de las culpas, punto de contrición, petición del perdón y...a esperar el salto a los cielos. Los réprobos o condenados definitivos ya no tenían solución (salvo que en la búsqueda desesperada y acuciante de inquilinos para las alturas la Iglesia haya modificado las condiciones para incluir en el Reino y decida deshacer la hipoteca que condena a muchas almas a las llamas eternas)

    Muy buena tu clarificación final: todos juntos, pero ¡sálvese quien pueda! Vida tan condenadamente humana...

    Un abrazo.

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