jueves, 15 de septiembre de 2011

La creación







Iba a titular: la falsa creación. Pero ¿por qué iba a ser más falsa ésta que la otra? La creación no existe. La naturaleza se copia del caos. El hombre copia de la naturaleza. Los colores pueden emerger por pigmentación (las rocas llevan tantas sustancias) Los colores pueden surgir por iluminación (la luz se filtra, reverbera y estalla traducida en materia diferente) Los artistas copian del fondo de su retina, donde la luz y el color bullen sin parar. También copian los fotógrafos (amparados en sus artefactos) Tanta copia produce sincretismos. Nunca existe nada en estado natural, puesto que lo que nos llega es nuestra percepción. La percepción humana es nuestro demiurgo particular, algo que a la luz, a la naturaleza, a la oscuridad o al universo le trae sin cuidado. Al hombre le gusta jugar a demiurgo, como le atrae hacer de caudillo, de curandero o de místico. Más percepciones añadidas. El arte es apariencia; la fotografía lo es también. Acaso por ello cada vez me gusta menos aquello que pretende ser adecuadamente realista, es decir, la traslación del objeto formal a una consagración única de la visión sobre las cosas. Se ha cultivado siempre; en algunos casos es útil para iluminar los manuales de historia, al menos los que yo sufrí. Prefiero sentir el protagonismo de la descomposición de un elemento o de las sustancias aún dispares que se están formando para dar lugar a una materia determinada. Donde la disolución anterior o posterior al objeto que se forma nos envía un mensaje de sorpresa y de entusiasmo. En ese ámbito en que los colores permanecen vivos, es decir, sin instalarse todavía en su parálisis. Esperando la pátina del tiempo que vuelve a reeducarlos.


8 comentarios:

  1. Ando escribiendo sobre la creación artística y me ha gustado sobremanera esta entrada y las imágenes. Bien sabes que no podría estar más de acuerdo. ¿Me permites que la cite en alguno de los próximos post sobre pintura? Tras leer esta entrada se me está apeteciendo ampliarlo con relación a la fotografía y estas,en concreto, amén de otras muchas que tienes repartidas por el blog, pero estas me resuenan tanto que te pido permiso para copiarlas, así como tu entrada, incluida procedencia, por supuestísimo. Beso.

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  2. Naturalmente, Emejota. Usa, abusa, manipula, reconduce, copia y pega, agarra y arroja, loo que te parezca en letras e imágenes que andan por este blog. Ya he dicho muchas veces que yo soy un intermediario con los vivos y con los espíritus, un médium, jaj.

    A tu gusto, mujer. Un abrazo. Gracias.

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  3. Un medium, dos medium, tres mediiiium, es que según leía tu respuesta me venía a la cabeza aquella cancioncilla infantil, del tiempo de mis hijos, (me las tenía que tragar) "un globo, dos globos, tres gloooobos, el mundo.... " Gracias a ti. Beso.

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  4. Emejota, tienes una memoria entrañable. Buena noche.

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  5. ¿Caos y percepción? ¿Serán entonces esas las claves del misterio? ¿Existirá la belleza o sólo las bellas percepciones? Y si no existe, ¿por qué a veces nos fascinarán tanto las percepciones de otros, su modo de interpretar el caos? ¿El mérito del artista está en la capacidad y el acierto para transmitir su percepción? ¿Habrá dos percepciones iguales? ¿Por qué tantas coincidencias?

    Qué poco sabemos, siempre teniendo que suponer, y si encima todo es apariencia… Nos sueltan aquí sin una instrucción, sin una explicación, sin una triste indicación, para que intentemos encajar en un engranaje que ya funcionaba perfectamente sin nosotros… Y claro, puede sonar a excusa (que lo es), pero hasta parece lógico que andemos tan perdidos, como elefantes en una cacharrería, destrozando todo a nuestro paso.

    En fin, que me ha gustado tu visión, o tu percepción, sobre la creación.

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  6. Quelle. Tal vez compartamos las percepciones de otros, estemos más cerca de las materias afinadas de otros. Tampoco hay un único concepto perceptivo. Ni una sola belleza, ni una única interpretación, ni una manera sola de representar lo onírico y lo real, ni su mezcla explosiva. Hay tantas coincidencias por que hay tantos azares. Incluso azares que se comparten bajo un firmamento cultural análogo unas veces, diferente pero seductor otras...Hijos del caos, hijos de la materia que si dos veces no es igual tiende a una aproximación, tal vez.

    Pero es bonito saber que estamos aquí sin demiurgos de por medio, tratando de andar, de consolidar, de hacer y deshacer, de acabar e intentarlo de nuevo. La creación artística reanudándose, reencontrándose, como en el poema de Nicolás Guillén con el objeto de deseo...

    Buen día.

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