Tranquila, Gabriela, cada vez hay más gente a merced de los manejos de la empresa Blogger. Sí, me llamaban la atención esos vértices. Porque de alguna manera están cubriendo defectos. Es decir, el espacio sobre el que se alzan fue hasta hace pocos años un recinto ruinoso, con las estrellas como techo (efectos de las ruinas pasadas) Una intervención moderna fusionó columnas y arcos desgastados de caliza con el nuevo material. Yo miraba los ángulos. Me parecía que era el guiño a los combates entre el pasado y una precaria salvación, que nunca es igual.
Genial e inspirativo. Beso.
ResponderEliminarEres un 'crack', sin ninguna duda.
ResponderEliminarUn abrazo
Fantásticos juegos de formas y de luces!!
ResponderEliminarUn abrazo.
Unas fotos muy atractivas Joachim.
ResponderEliminarUn abrazo
Ängulos, vértices, luminiscencia combativa...
ResponderEliminar...Un estímulo a la imaginación.
Fantástico.
Un abrazo
Gabriela Amorós- La Emoción indomable.
(Joachim, disculpa el anonimato, no puedo firmar con blogger)
Emejota, se trataba de que no pasara desapercibido al ojo, aunque estuviera allí para otro quehacer. GRacias.
ResponderEliminarEnletrasarte, espero no ser el del 29, jajaj
ResponderEliminarMOntse, sorpresas de la arquitectura y sus efectos, ismplemente. Gracias por estar.
ResponderEliminarJesús, es que las luces entrando por unos mínimos siempre me atraen, y no podía abandonar la mirada.
ResponderEliminarTranquila, Gabriela, cada vez hay más gente a merced de los manejos de la empresa Blogger. Sí, me llamaban la atención esos vértices. Porque de alguna manera están cubriendo defectos. Es decir, el espacio sobre el que se alzan fue hasta hace pocos años un recinto ruinoso, con las estrellas como techo (efectos de las ruinas pasadas) Una intervención moderna fusionó columnas y arcos desgastados de caliza con el nuevo material. Yo miraba los ángulos. Me parecía que era el guiño a los combates entre el pasado y una precaria salvación, que nunca es igual.
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