Me he concentrado en las columnas, esos brazos enhiestos al cielo. He hablado con algunos amigos, que en todo caso son de aquellos de los que uno aprende, y uno de ellos dijo: cuando un hombre mira al cielo, quiere ver la luz, pero no cualquier luz, sino la suya. Tal vez estas columnas que parece encallar en la bóveda, un día quisieron ver su propia luz. Un abrazo, y perdoname los comentarios metafóricos, pero es que me la doy de poeta (jeje)
Enletras: lo que dijo ese amigo tuyo es muy inteligente. Pero para ver nuestra luz propia tenemos que dejarnos tocar por la luz ajena, la que lo puebla todo, la que nos eñala el camino, desde atrás. La luz de la sabiduría.
En la construcción de Santa María del Mar, de Barcelona, hay mucha sabiduría. Esos arquitectos, ingenieros y obradores múltiples que levantaron ese edificio de apariencia frágil, pero que ha resistido en su conjunto muchos terremotos (ha pagado su precio por ello también) acumulaban conocimientos. Me les imagino en la semipenumbra de alguna garita provisional debatiendo sobre los elementos, los materiales, las proyecciones, la descarga de fuerzas, la sedimentación del suelo, las realizaciones anteriores de las que aprendieron...
En general me gusta toda la arquitectura porque me arrastra, creo que cualquier clase de ella tiene su intríngulis, su esfuerzo y su poder realizador. Pero cuando contemplo algo que se sostiene sin dudas y transmite ligereza, triunfo del vano frente a la densidad y desafío a la gravedad, me apasiona.
Y sí, tienes razón. A las columnas las pusieron coto en las bóvedas: al fin y al cabo tenían que sostener a ésta y cubrir la nave. Pero tú lo has dicho: dan la sensación de traspasar la bóveda. La idea de Babel disputando el conocimiento y la ascensión sobre los límites humanos, que es tan antigua, sigue permaneciendo en la Humanidad. A veces queda entre las paredes de un gabinete de investigación molecular o de ingeniería genética o de telescopios ultragaláctico. Increíble la hazaña humana, a pesar de (pónganse aquí los peros que se guste)
Vaya, Túconmigo, puse el click, pero lo deslumbrante es la realización que se me ofrecía, lo que se mostraba a mis ojos, lo que me incitaba a descubrir.
Gracias por apreciar la belleza del llamado Arte (más bien Summa Artis)
Tras la fastuosidad del conjunto arquitectónico opino que la sabiduría pertenece al sigilo y al anonimato, impresa sencilla y dignamente mediante el signo lapidario y la marca del cantero. Esta construcción que roza lo celestial le debe a estos humildes trazos la gloria. Así, mientras la magnificencia seduce al ojo, el equilibrio de formas, fuerzas y contrapesos se consuma a través de esa levedad grabada en la piedra.
Es fascinante, a una le gustaría saber algo más de todo este tema. Quizás algún día…
Las fotografías son sublimes, emergen de la pantalla como si el espacio recogido entre la arquitectura tambien exigiera su homenaje.
Gabriela. No estaría yo tan seguro del sigilo y anonimato. Ahí difiero. Una obra así movía muchas fuerzas e intereses humanas. En todo caso, todos tendrían su parte de saber y la obra, en su manifestación armónica, explicitaría esa sabiduría de conjunto. Y ese resultado hablaba, sonaba y clamaba. Otra cosa es que el paso del tiempo pueda haber hecho ignorancia entre los habitantes y no la reconozcann en su magnificencia efectiva y original. Es bueno saber de un tema así. Indagar, reflexionar, sacar conclusiones. Pero estar enterado en la medida de lo posible. Y disfrutar de su visión.
Hola Joachim: Sí, tienes razón, además dicen de ella que es un prodigio de la matemática... Sí, me refería a esa falta de reconocimiento a nivel genérico en otras construcciones, pero que de hecho en Santa María del Mar, sí hay un "homenaje" expreso por ejemplo al trabajo de los "bataixos", en la puerta principal como bien sabrás.
Gracias por tus apreciaciones, de verdad, me ayudan a advertir los déficits de mis comentarios además de poseer un reducido conocimiento del tema. Así es como se avanza, claro.
Pues no, Gabriela, no tenía ni idea. Aunque es un templo que he visitado unas pocas veces, nunca he tenido demasiada información. Lo de los bataixos no lo conozco. Lo que sí vi en tumbas son algunas representaciones relacionadas con naves. Y hay en una zona de la nave una serie de paneles explicativos sobre la construcción del templo, los materiales, etc. interesantísimos.
Y mira, creo que nuestros comentarios nos sirven mutuamente a todos. Unas cosas llevan a otras y nadie tenemos don de verdad. Y lo importante es que nos trnasmitamos conocimientos, inquietudes y tolerancias.
Excelente contrapicado en tus fotografías. Ese arte gótico duplica su significado simbólico con la mirada de tu cámara desde la tierra queriendo llegar a ese cielo prometido.
Gracias por el paso por mi blog, cosa que agradezco porque me ha dado la oportunidad de conocer tus magníficas fotografías (sumamente expresivas, y todas ellas con un motivo concreto y sugerente en su interior). ´Gracias también por tu generosidad al ponerlas a nuestra disposición (haré uso de ello previo aviso). Me quedo por tu interesante espacio.
Marisa, mi mirada es curiosa, sí, pero tímida. Demasiada potencia en la ascensión de esas columnas. Más allá de los símbolos (el templo como montaña) la arquitectura, producto de la mano del hombre, también los símbolos lo son, se revela con sentido en sí misma. Aquí y en cualquier lugar en que se manifiesta.
Por supuesto, las fotos son de libre y elegida reproducción. No somos propietarios de nada ni de nadie.
Me he concentrado en las columnas, esos brazos enhiestos al cielo. He hablado con algunos amigos, que en todo caso son de aquellos de los que uno aprende, y uno de ellos dijo:
ResponderEliminarcuando un hombre mira al cielo, quiere ver la luz, pero no cualquier luz, sino la suya.
Tal vez estas columnas que parece encallar en la bóveda, un día quisieron ver su propia luz.
Un abrazo, y perdoname los comentarios metafóricos, pero es que me la doy de poeta (jeje)
Te felicito, es una entrada magnífica, soberbia.
ResponderEliminarSaludos
Enletras: lo que dijo ese amigo tuyo es muy inteligente. Pero para ver nuestra luz propia tenemos que dejarnos tocar por la luz ajena, la que lo puebla todo, la que nos eñala el camino, desde atrás. La luz de la sabiduría.
ResponderEliminarEn la construcción de Santa María del Mar, de Barcelona, hay mucha sabiduría. Esos arquitectos, ingenieros y obradores múltiples que levantaron ese edificio de apariencia frágil, pero que ha resistido en su conjunto muchos terremotos (ha pagado su precio por ello también) acumulaban conocimientos. Me les imagino en la semipenumbra de alguna garita provisional debatiendo sobre los elementos, los materiales, las proyecciones, la descarga de fuerzas, la sedimentación del suelo, las realizaciones anteriores de las que aprendieron...
En general me gusta toda la arquitectura porque me arrastra, creo que cualquier clase de ella tiene su intríngulis, su esfuerzo y su poder realizador. Pero cuando contemplo algo que se sostiene sin dudas y transmite ligereza, triunfo del vano frente a la densidad y desafío a la gravedad, me apasiona.
Y sí, tienes razón. A las columnas las pusieron coto en las bóvedas: al fin y al cabo tenían que sostener a ésta y cubrir la nave. Pero tú lo has dicho: dan la sensación de traspasar la bóveda. La idea de Babel disputando el conocimiento y la ascensión sobre los límites humanos, que es tan antigua, sigue permaneciendo en la Humanidad. A veces queda entre las paredes de un gabinete de investigación molecular o de ingeniería genética o de telescopios ultragaláctico. Increíble la hazaña humana, a pesar de (pónganse aquí los peros que se guste)
Un abrazo.
Vaya, Túconmigo, puse el click, pero lo deslumbrante es la realización que se me ofrecía, lo que se mostraba a mis ojos, lo que me incitaba a descubrir.
ResponderEliminarGracias por apreciar la belleza del llamado Arte (más bien Summa Artis)
Saludos.
Tras la fastuosidad del conjunto arquitectónico opino que la sabiduría pertenece al sigilo y al anonimato, impresa sencilla y dignamente mediante el signo lapidario y la marca del cantero. Esta construcción que roza lo celestial le debe a estos humildes trazos la gloria. Así, mientras la magnificencia seduce al ojo, el equilibrio de formas, fuerzas y contrapesos se consuma a través de esa levedad grabada en la piedra.
ResponderEliminarEs fascinante, a una le gustaría saber algo más de todo este tema. Quizás algún día…
Las fotografías son sublimes, emergen de la pantalla como si el espacio recogido entre la arquitectura tambien exigiera su homenaje.
Un abrazo.
Gabriela. No estaría yo tan seguro del sigilo y anonimato. Ahí difiero. Una obra así movía muchas fuerzas e intereses humanas. En todo caso, todos tendrían su parte de saber y la obra, en su manifestación armónica, explicitaría esa sabiduría de conjunto. Y ese resultado hablaba, sonaba y clamaba. Otra cosa es que el paso del tiempo pueda haber hecho ignorancia entre los habitantes y no la reconozcann en su magnificencia efectiva y original. Es bueno saber de un tema así. Indagar, reflexionar, sacar conclusiones. Pero estar enterado en la medida de lo posible. Y disfrutar de su visión.
ResponderEliminarGracias por intervenir, Gabriela. Un abrazo.
Maravillosos esos haces de claridad y ligereza, a pesar de la piedra, que pujan hacia lo alto. Muy bonito.
ResponderEliminarSaludos blogueros
Maravillosos los artífices de esa etapa del Gótico. Trabajo complejo, mucho saber en técnica y solución de problemas. Ahí están.
ResponderEliminarGracias, José Antonio por pasar y apreciar las obras humanas que salvan a la especie.
Hola Joachim:
ResponderEliminarSí, tienes razón, además dicen de ella que es un prodigio de la matemática... Sí, me refería a esa falta de reconocimiento a nivel genérico en otras construcciones, pero que de hecho en Santa María del Mar, sí hay un "homenaje" expreso por ejemplo al trabajo de los "bataixos", en la puerta principal como bien sabrás.
Gracias por tus apreciaciones, de verdad, me ayudan a advertir los déficits de mis comentarios además de poseer un reducido conocimiento del tema.
Así es como se avanza, claro.
Un abrazo.
Pues no, Gabriela, no tenía ni idea. Aunque es un templo que he visitado unas pocas veces, nunca he tenido demasiada información. Lo de los bataixos no lo conozco. Lo que sí vi en tumbas son algunas representaciones relacionadas con naves. Y hay en una zona de la nave una serie de paneles explicativos sobre la construcción del templo, los materiales, etc. interesantísimos.
ResponderEliminarY mira, creo que nuestros comentarios nos sirven mutuamente a todos. Unas cosas llevan a otras y nadie tenemos don de verdad. Y lo importante es que nos trnasmitamos conocimientos, inquietudes y tolerancias.
Buen descanso.
Excelente contrapicado en tus fotografías. Ese arte gótico duplica su significado simbólico con la mirada de tu cámara desde la tierra queriendo llegar a ese cielo prometido.
ResponderEliminarGracias por el paso por mi blog, cosa que agradezco porque me ha dado la oportunidad de conocer tus magníficas fotografías (sumamente expresivas, y todas ellas con un motivo concreto y sugerente en su interior). ´Gracias también por tu generosidad al ponerlas a nuestra disposición (haré uso de ello previo aviso). Me quedo por tu interesante espacio.
Saludos cordiales.
Marisa, mi mirada es curiosa, sí, pero tímida. Demasiada potencia en la ascensión de esas columnas. Más allá de los símbolos (el templo como montaña) la arquitectura, producto de la mano del hombre, también los símbolos lo son, se revela con sentido en sí misma. Aquí y en cualquier lugar en que se manifiesta.
ResponderEliminarPor supuesto, las fotos son de libre y elegida reproducción. No somos propietarios de nada ni de nadie.
Un saludo cordial.