sábado, 21 de julio de 2012

Corazones henchidos





¿No es eso lo que siempre se dice en poemas, canciones patrióticas y cantos religiosos? ¿Cómo quitar al corazón el mérito que no le corresponde? Una de las falacias más repetidas a mi modo de ver. Hacer radicar los sentimientos y las emociones en un órgano que ya tiene bastante trabajo el pobre con bombear la sangre. Incluso en lo coloquial las expresiones abundadn: de todo corazón, con el corazón en la mano, te entrego mi corazón, ámame corazón, tengo henchido el corazón...¿Se ha ganado por defecto histórico esa fama renombrada? Probablemente. Ese mérito que no radica en él lo ha hecho célebre. Del cerebro se conocía menos y ahora que se avanza en neurobiología no parece que el corazón literario vaya a ser sustituido por el alma de verdad. Ah, ahí te quiero ver. Identificación de corazón con alma, con espíritu, con impulso, con idea, con creatividad, con conciencia, con sentimientos...Corazones de jesús, corazones incendiados, corazones generosos, corazones sufrientes, corazones de pared...Hay un surtido de corazones extenso desde hace siglos, al menos en nuestra cultura. En su nombre, en la exaltación de un órgano mecánicamente intachable, sin embargo, ¿cuántos corazones, es decir, vidas, no se habrán arrancado?










6 comentarios:

  1. Intenso texto, me ha encantado toda la esencia inmesurable del corazon...

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  2. Gracias, Noris. Hay toda una leyenda y una suerte de mitología referente al icono-corazón.

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  3. Sim, seus conceitos de amor, Janice, não é?

    Beijos.

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  4. la fuerza de tus palabras, acelera el corazón
    ..
    a tus buenos click, ahora le sumas el tiquitaca del teclado
    un abrazo

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  5. Halaaaaa, ¿Sabes?No sé si es el teclado el que me acelera el coco o es la mente la que agita compulsivamente el teclado, el navegador y toda la demás tripa celestial de internet.

    Salud desde esta nave española que no sabe si va...

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