Una ráfaga puede ser aire, luz, sonrisa o niño. Ninguno de estos elementos avisa de su llegada ni posa. Su factor es la sorpresa. Su don, la espontaneidad. Su propiedad, el descaro. La ráfaga se manifiesta contra los cánones. No advierte el juego técnico. Ni quiere saber de la estabilidad. Si el fotógrafo hubiera estado más atento, acaso el resultado hubiera sido más admisible. Pero la ráfaga no habría sido el objeto final. No sé. Acaso no debería haber puesto esta imagen. La papelera de un ordenador está repleta de fotografías corridas o de rostros feos o de posturas que no gustan. Bobadas. El hombre de la cámara ¿pretendía registrar el juego de la criatura? Tal vez perseguía fijar la ley física. Vano desafío. Estruendoso fracaso. ¿O éxito?
Creo que la papelera de reciclaje no hubiera sido buen lugar para una ráfaga. Está mucho mejor aquí.
ResponderEliminarUna ráfaga es también un instante. Si el fotógrafo hubiera intentado colocarse, o colocar su cámara, para obtener una mejor toma, quizás el instante hubiera pasado, y el resultado podría haber sido una buena imagen, pero tal vez ya no sería una ráfaga (tienes razón). Además de eso, si estuviera en tu papelera de reciclaje en lugar de estar aquí, no hubiéramos podido leer las palabras que la acompañan, que siempre son tan interesantes como las propias miradas que traes.
la ráfaga de fantasía no me asusta tanto, como saber que el mundo gira tan rápido debajo de ese niño...
ResponderEliminarUn abrazo 'poeta del clic'
Aire, luz, sonrisa o niño...
ResponderEliminarSi que ha valido la pena, leer este texto y volver a mirar de nuevo la foto.
Caray, Quelle. Que vuelta de tuerca tan bien ajustada das al post. Me dejas sin justificaciones. Conclusión: ¡bienvenido el post de ráfagas, tal cual!
ResponderEliminarO el torbellino llamada niño precipitándose contra el pesado del fotógrafo que buscaba una toma y encontró otra. Más difusa, pero más exacta. Convencido.
ResponderEliminarGracias, Omar, por comentar.
Así es, Balbi. Busqué cuatro elementos de la naturaleza...¿en estado bruto? La física del movimiento imparable me condujo a ello.
ResponderEliminarUna ráfaga es aliento, y como tal hay que dejarse acariciar por ella, sorprendernos e inmortalizarla como hace el fotógrafo con esta imagen.
ResponderEliminarMuy bien guiado el texto.
un abrazo.
Mariola, bienvenida. Habrá que buscar más ráfagas, y expresivas, y a ver qué sale.
ResponderEliminarUn abrazo.
una ráfaga de poesía alada la tuya, para variar, que nos remueve, también para variar.
ResponderEliminarSaludos blogueros
Las miradas convergen, y se expresan con sonrisas, con palabras, con gesto atónito o con música. Difícil hacerlo con todos los recursos. Pero hay una actitud más: la satisfacción interior, se exprese hacia afuera o no.
ResponderEliminarGracias, José Antonio, saludos fraternos.