Me gustan las fotos de tu blog. Es un estilo distinto al mio, que es más paisajista y naturalista, pero tus fotos son muy interesantes, realmente interesantes.
Pero las tuyas están muy bien, Javi. Yo aprecio mucho las fotos de la naturaleza, pero reconozco que me siento más rata de alcantarilla y que busco el lenguajes de los objetos cercanos.
Te agradezco mucho el estímulo. Sigue tu también dándole. En esto de abrir los ojos e interpretar lo que nos rodea no hay límites. Salvo nuestras ganas de ver.
Gracias, Jesús, por disfrutarlo. Buena sensibilidad. Lo cierto es que el lugar, por el que he pasado en esta vida miles de veces me sigue sorprendiendo. Pero lleva ahí desde siempre. Soy yo el que mira y ve con otros ojos. El que se abandona. El que se entrega a la obra y percibe los efluvios de esa manifestación. Entonces es cuando uno descubre. Todo es situarse, y las horas del día y de la noche hacen lo suyo. O simplemente tu estado de ánimo o de paso indolente. La imaginación, entonces, resulta ser tu propia sorpresa.
Maravillosos encuadres.
ResponderEliminarBesos
Hay imágenes que si las siguen te proporcionan el encuadre. El ojo, primero. La cámara, después. Aunque la cámara sirve también para tener ojo avizor.
ResponderEliminarGracias por pasarte. Un abrazo.
Me gustan las fotos de tu blog. Es un estilo distinto al mio, que es más paisajista y naturalista, pero tus fotos son muy interesantes, realmente interesantes.
ResponderEliminarUn saludo.
Gracias por pasarte, Gilixita. Un abrazo.
ResponderEliminarPero las tuyas están muy bien, Javi. Yo aprecio mucho las fotos de la naturaleza, pero reconozco que me siento más rata de alcantarilla y que busco el lenguajes de los objetos cercanos.
ResponderEliminarTe agradezco mucho el estímulo. Sigue tu también dándole. En esto de abrir los ojos e interpretar lo que nos rodea no hay límites. Salvo nuestras ganas de ver.
Un abrazo.
Buena secuencia de imágenes y bien trabajada, la verdad es que hay que tener buena imaginación.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias, Jesús, por disfrutarlo. Buena sensibilidad. Lo cierto es que el lugar, por el que he pasado en esta vida miles de veces me sigue sorprendiendo. Pero lleva ahí desde siempre. Soy yo el que mira y ve con otros ojos. El que se abandona. El que se entrega a la obra y percibe los efluvios de esa manifestación. Entonces es cuando uno descubre. Todo es situarse, y las horas del día y de la noche hacen lo suyo. O simplemente tu estado de ánimo o de paso indolente. La imaginación, entonces, resulta ser tu propia sorpresa.
ResponderEliminarSaludos.