domingo, 25 de julio de 2010

Teatro del absurdo


4 comentarios:

  1. Me dedico profesionalmente ala fotografía, sigo los blogs. Me paso por el tuyo te importa darte una vuelta por
    the best of lola blogspot
    Un saludo

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  2. María Magdalena se duplica en sus sombras y, desde luego, como dices, escapan al discurso del barroco, al objetivo de la devoción, a las carnes de aquellos que programaron la exposición. Curiosamente entre las imágenes y sus sombras que pretendían desgarro y sobrecogimiento yo me sentí abrazado por las sombras.

    Un saludo

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  3. Para Marcela. Lo mío es una visión diletante, absoluta y eternamente aficionada. Pero que intenta prospectar. Miraré tu blog, evidentemente.

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  4. Para Lug. Nada que añadir a tu medida y clarividente comprobación. Yo me sentí tal cual. Por otra parte, pienso que hay que re-conocer esa re-conquista ideológica y desnudarla. Tiene muchísimo de teatro, por no decir todo. Por ejemplo, ¿qué son, si no, los altares barrocos sino escenarios?

    Las sombras nos abrazan en la visita y en nuestra búsqueda. Las sombras doctrinarias atenazaron (no abrazaron) a los fieles.

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