sábado, 25 de junio de 2011

Direcciones opuestas




miércoles, 22 de junio de 2011

La evasión del alma







jueves, 9 de junio de 2011

Sabiduría










lunes, 6 de junio de 2011

Tlachtli





...Se ha dicho de nosotros, los jugadores de tlachtli, que si ganábamos seríamos sacrificados a los dioses. También se ha dicho que éramos unos servidores de los sacerdotes y unos privilegiados cuya única función consistía en recrear las contradicciones del universo. Pero la gente del lugar venía hasta esta cancha especialmente protegida por la serpiente divina a disfrutar de nuestras habilidades. Mientras duraba el ejercicio todo el mundo se volcaba en el esfuerzo, la agilidad y el acierto que desempeñábamos. El mito ha querido convertir el lugar en una cosmogonía donde todo cabía. Pero bajo nuestra actitud enardecida agotábamos nuestra fuerza y se desconcentraban nuestros recursos. Victoria y derrota sacaba de quicio a los espectadores. Veían en esa pugna la sucesión de enfrentamientos que la naturaleza de la Tierra y la constitución de los hombres presencia todos los días. Conjuraban con nuestro juego cada elemento variable que les daba y les quitaba en su vida cotidiana. Nosotros éramos los contrarios durante un tiempo, mientras ellos aplazaban la lucha interior entre sus aspiraciones y sus límites...



(Fragmento de Crónica de un jugador de tlachtli)

viernes, 3 de junio de 2011

El individuo



La grey



La conducción



miércoles, 1 de junio de 2011

¡Chis!






Qué ve el niño al borde de la presa. Tal vez el río más largo del mundo. O una catarata. O se mira en el reflejo. Juega con la ramita, tratando de agitar el agua que le desborda. Apenas un apéndice con el que puede ser timonel de una nave invisible. Con la que puede abrir las compuertas de un canal cuyas esclusas le hacen descender a niveles de abstracción imprevisibles. Tuvo la mala pata de que el inoportuno fotógrafo le chistara. Puede que viera en él a una autoridad que pretendía censurarle. Pero detrás de la cámara había otro niño antiguo que también quería volver a jugar. El niño no sabe aún que se olvidan muchas cosas en la vida. Pero que los juegos son recurrentes. Y que navegar entre ilusiones y ficciones es un propósito irrenunciable.